Dolmen y túmulo en LAS CAMPAS de Añes. (Ayala. Álava).

Ruta Arqueológica nº 89.

AÑES.

Localidad: Añes en el Valle de Ayala (Álava)

Emplazamiento: Dentro del territorio de Añes (Valle de Ayala). En terrenos municipales llamados Las Campas de Añes a 30 ms. de la divisoria con la provincia de Burgos y a 1 km. aproximadamente al W. del pueblo, a 540 ms. de altitud. Debe tomarse la pista que sube al portillo de Aro, y antes del primer paso canadiense, acceder a la derecha por un camino a través de prados. Al final de la senda, pasada una pared de piedra, se alzan los monumentos en un prado alargado al pie del barranco.

Visita libre. Yacimiento arqueológico protegido.

Descripción: El dolmen y el túmulo que vamos a conocer pertenecen a la estación megalítica de Añes, compuesta por varios monumentos prehistóricos, de origen y uso funerario, emplazados en varias localidades del valle de Ayala (Álava) y Orduña (Bizkaia). Su nombre real sería «Area dolménica de Sierra Salvada o Gorobel» por ocupar ese espacio territorial de origen prehistórico pastoril.

Ambos se localizan en Las Campas de Añes, a 538 metros de altitud y a poco menos de 1 kilómetro del pueblo, cerca de un camino antiguo que sube a la meseta a través del Portillo del Aro. Fueron descubiertos por Andrés de Aguirre, que lo publicó en el año 1919 en la revista Euskalherriaren Alde con el título de «Tres nuevos dólmenes en Álava».

DOLMEN CAMPAS DEL OESTE. El dolmen tiene un gran túmulo casi circular de 14,70 metros de largo por 14,60 de ancho y 1,10 metros de altura en el centro, construido en hiladas de lajas horizontales dispuestas de mayor a menor a partir del suelo natural y sustituidas por pequeñas piedras en el vértice y centro del túmulo. El dolmen interior tiene una cámara excéntrica de 5 losas que forman un recinto rectangular. No todas se hallan a la misma altura. No tiene cubierta y no aparece cerca ninguna losa que tuviese ese cometido en la actualidad. Aparecen rastros en la base de la cámara, de un pozo pequeño oval y abarca casi todo el recinto y llegando a 0,30 metros de profundidad en el centro. La cámara está orientada al Este-Oeste con una ligera desviación. Esta datado en el periodo eneolítico-bronce (3.500 y 1.200 a.d.e.)

Fue excavado en 1950 por personas desconocidas que extrajeron restos humanos de unos 6 individuos, cuyo paradero se desconoce en la actualidad

Nuevamente en 1964 fue excavado por J. M. Apellániz que encontró algunos materiales, entre ellos algunos restos óseos con rastros de cremación.

El sistema habitual de enterramiento de los cadáveres en dólmenes durante la edad del bronce es la inhumación, por lo tanto estamos ante un nuevo uso posterior, tal vez durante la edad del hierro.

TUMULO CAMPAS DEL ESTE. En frente del dolmen, en las mismas Campas, en el lado Este, se localiza a unos 30 metros el llamado túmulo de Añes. Fue descubierto al mismo tiempo que el dolmen por Andrés Aguirre en 1919. Tiene forma aparentemente circular con unas medidas de 21,40 metros de longitud por 20,50 metros de anchura y 1,50 metros de altura. El túmulo tiene una profunda y gran depresión central a modo de cráter sin lajas en su interior. Tan sólo aparece cercana una losa muy grande y otras menores que podrían formar parte del mismo.

También fue excavado por Apellaniz en 1964, hallando elementos líticos como sílex, lascas retocadas por el uso; cerámicos como fragmentos de borde elaborados a mano; y metálicos como una barrita de hierro. Junto a ellos localizó restos óseos humanos calcinados.

Esta datado en el período bronce III (1250-700 a.d.e). Esta etapa se caracteriza por el nacimiento y la difusión de la cultura de los campos de urnas, directamente relacionado con el nuevo sistema funerario traído por gentes indoeuropeas durante la primera edad del hierro, como la incineración de los cadáveres e introducidas las cenizas en recipientes cerámicos o cistas de piedra.

El hallazgo de restos óseos humanos incinerados en ambos monumentos funerarios y cronológicamente distintos, hace pensar tal vez en una reutilización del lugar como cementerio prehistórico. Cuando los primeros pastores prehistóricos construyeron el dolmen y enterraron a sus muertos, dejaron impreso en el lugar un sentimiento mágico-religiosos para futuras generaciones. Siglos después, nuevas gentes llegadas del otro lado de Europa recorren los antiguos caminos y conocen los antiguos cementerios de sus pobladores originales. Su respeto al lugar les hace usarlo para su nuevo culto funerario, pero respetando los antiguos lugares. Crean un nuevo túmulo a semejanza del anterior, ya que en esa época era lo único que veían y desconocían la cámara con personas enterradas que había en su interior. Aún no había sido violado ni saqueado en busca de tesoros, eso vendría siglos después. En su nuevo túmulo y en el que había en frente, que en realidad era un dolmen prehistórico, practicaron la incineración y rituales funerarios propios de la edad del hierro. De esta forma reutilizaban un espacio sagrado desde tiempos inmemoriales pero lo adaptaron a su propio tiempo.

Ambos monumentos prehistóricos se ven perfectamente desde el aire y su estructura redondeada destaca entre el verde de los prados. A nivel del suelo la sensación ante una obra de más de 3000 años es indescriptible.

https://goo.gl/maps/NqLsFFFakHLUc25i7

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